Otra Interesante Visita

Otra de las visitas que he realizado en este curso, fue concretamente el día 30 de Septiembre. Se trata de el Centro de Recursos Ambientales Salinas de Chiclana.

Se encuentra enclavado en el Parque Natural Bahía de Cádiz, el Centro de Recursos Ambientales Salinas de Chiclana cuenta con una superficie de aproximadamente 30 hectáreas que encierran numerosos recursos naturales y culturales con un enorme potencial interpretativo y educativo, lo que permite el desarrollo de un plan de acción vinculado a la educación ambiental, el uso público y a la conservación de este legado ecológico y cultural.
Entramos en lo que han llamado el museo de la Sal, donde encontramos en primer lugar una representación de cómo eran las salinas tradicionales. Concretamente es una rehabilitada  cuyo nombre es Santa María de Jesús, en la que se pretende recuperar parte de su fisonomía original junto a sus distintos componentes para la regulación del régimen hídrico y la extracción de la sal de manera artesanal.
Nos explicaron cuál era el proceso de la recogida de la Sal. Aunque actualmente la salina no estaba como en la representación que pudimos ver.   El proceso comienza en primavera, sobre todo cuando hace calor en los que aprovechando la pleamar se abren las compuertas tal como vemos en el dibujo y dejan que entre agua del mar; entrando a su vez peces que se criarán en los dos esteros con los que cuenta esta salina de Santa María de Jesús; una vez que tenemos la primera parte (estero) llena pues van hacia las vueltas de retenida cuyo cauce será mucho más amplio que en la última parte en las vueltas de periquillos, por donde finalmente llegarán al cristalizador que es de donde se sacará finalmente la sal. Los meses de verano suelen ser los mejores porque se evapora mucho más rápido el agua. Cuando el agua entra a los esteros contiene unos 35 gramos de sal/litro, poco a poco irá aumentando, llegando a unos 92 gramos/litro. Sería en estos meses ya después del verano cuando se hace la extracción de esta sal, puesto que una vez que empiecen las lluvias, ya no sirve. También nos explicó que hoy día sólo existe en Chiclana esta salina artesanal, pues la sal que consumimos suele ser sal industrial, viéndose claramente en el color y en todo el proceso que sufre hasta llegar a nuestros hogares.

Como ya he mencionado anteriormente a los esteros no sólo entra agua, sino también peces ya que reúnen las condiciones óptimas y necesarias para el uso de los peces como recurso educativo, así como un tradicional aprovechamiento de los mismos, para la obtención de los alevines desde los caños y permitiendo el engorde de doradas, lubinas, lenguados, anguilas y lisas con la producción natural de organismos que genera el estero. Siendo estos las diferentes especies de peces que podemos encontrar en nuestra zona, y que pudimos contemplar en unas fotografías que había. Inma nos explico claramente la diferencia de color entre los criados en esteros de manera tradicional y los que eran engordados y criados de otra manera.
A continuación entramos en otra sala en la que se nos explicó la importancia de la sal a lo largo de la historia y que ya en la Prehistoria, así como en la antigua Roma la sal era uno de los recursos más importantes. Y de hecho esta importancia llega hasta nuestros días, en la que la utilizamos para todo. También vimos los diferentes tipos de aves que podemos ver en las salinas, y que son de una rica importancia y atracción turística.
Y para concluir en el museo observamos otra de las representaciones de los diferentes pueblos que integraban el Parque Natural de la Bahía de Cádiz, como eran Cádiz, San Fernando, Chiclana, Puerto Real y Puerto de Santa María.
Visto estas instalaciones subimos al mirador, el cual tiene unas magnificas vistas tanto de algunos pueblos como San Fernando, Chiclana y Puerto Real; como desde donde se pueden observar también las diferentes aves y otras salinas que existen cercanas. Aunque el día era muy molesto por el fuerte levante que soplaba, mereció la pena las vistas, aunque recomiendan ver desde él los atardeceres que sólo se pueden observar en verano, ya que en esta época sólo están abiertos hasta las cinco de la tarde.
Pudimos observar desde él una de las salinas que al parecer, como explicó Inma era semi industrial, ya que para acumularla si que utilizaban una pequeña grúa.
Después de explicarnos todo el proceso y la teoría, pudimos ver las partes de la salina de primera mano, antes observamos que poseen un pequeño huerto y animales, puesto que lo que intentan es recrear como era la situación de los salineros, que eran totalmente autosuficientes ya que estaban algo alejados de la ciudad. Así como también una tradicional casa salinera, con su techos a dos aguas con el objetivo de que cuando lloviera el agua cayera en los aljibes, y fuera utilizada para estos animales.
A medida que avanzábamos hacia los llamados cristalizadores fuimos observando diferentes plantas que crecían al pie de estas salinas, así como una barca que era totalmente diferente a las que conocemos hoy, pues no existía lo que conocemos como proa y popa, sino que eran iguales para poder cambiar a una u otra dirección.
Finalmente llegamos a los cristalizadores, donde podíamos observar como la sal por el sol estaba cuajada, Inma nos explico que tiene que quitar varias capas antes de recogerla, pues la primera capa está llena de fango y hay que tener cuidado. Nos explicó que se extraían diferentes tipos de sal, según la zona se podía sacar un tipo u otro. En unas especies de canales por los que entraba el agua antes de entrar en el tajo, salía como una especie de flor, en el propio tajo pero en la zona oeste, salía otro y luego la sal normal o común. El trabajo de extracción de la sal era y es bastante duro, pues en los tiempos de antaño, los salineros al tener que meterse descalzo todos los días pues sufrían enormes heridas y algunas de extremo peligro.
Después algunos compañeros tuvieron la oportunidad de vivir la experiencia de meterse en el tajo, algo según dijeron bastante interesante. Por último Inma nos explicó ante la pregunta de una compañera de porque los pelícanos eran de color rojizo; pues en los canales antes comentados creía una planta de un color rojizo, que era de lo que se alimentaba los peces que vivían en ellos, y que posteriormente se comerían estas aves. Al principio son grisáceas, y según el color se puede saber la edad.
Una vez visto todo esto, nos dirigimos de nuevo al centro, donde nos enseñaron los diferentes tipos de sal, pues la utilizan a demás de para los platos en el restaurante, para que cualquiera que quiera pueda adquirirla por 2,50 euros.
En estos meses de Octubre, Noviembre y Diciembre como manera de promoción para futuras actividades, ofrecen actividades gratuitas como  rutas con piraguas, ruta en bicicleta, talleres, etc., así como el tradicional despesque, en el que se puede adquirir alguna variedad de pescado.
De hecho tuve la oportunidad de apuntarme en una de ellas, y la verdad que es disfrute mucho puesto que el estar en un paisaje tan hermoso, es algo único.
Por ello espero que con esto os entre la curiosidad y decidáis alguna vez realizar alguna de ellas o visitar el centro.

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